L'archipel

Fr-Angl-Esp



L'utopie en est-elle encore une si elle est photographiable ?




Un camp de tepees, le "retour à la nature”, une jeune femme
raclant le sol avec une bêche, de très belles photos couleur,
d'aujourd'hui .... :

Alors donc le style de vie de la génération hippie a perduré?

Car dans ces images, on ne sait plus si on est au début
du XXI° siècle, ou en 1966 à Big Sur ou en 1970 à Goa ! ? !

Je pense à la couverture de Dylan par Elliot Landy,à Peter
Mac Arthur à Big Sur faisant des paysages avec sa chambre 8x10,à
Tom Zimmerman sur la route,à William Gadney à Haight Ashbury en
1966 ou 1967,ou nous étions aussi Alain Dister et moi ......

Tous ces photographes qui vivaient cette vie -là en la photographiant!
impliqués,convaincus.Et ça a continué,vers la fin du XX°
siècle,Daniel Price dans son tepee en Oregon photographiant
avec un Diana,Bze ici partout ou ça se passe...("overground",
un livre éssentiel).

Et devant ces photos de Patrick Mourral,je suis passionné:
elles sont magnifiques et un très beau témoignage de cet espoir
d’une vie meilleure! d'une vraie vie .... "ce à quoi aspire la
quasi-totalité de l'humanité "dit-il .....
En tout cas tous ceux qui veulent sortir du "Cauchemar
climatisé "dont parlait déjà Henry Miller dans son livre, il y a
si longtemps,avant qu'il ne s'installe enfin sur les collines de
rêve de Big Sur.... !

La manière de photographier de Patrick Mourral colle
totalement à son sujet: on y est!Oui,tout cela existe,"ce n'est
pas une utopie”,nous dit-il. Mais en plus de cela,ces images sont
magiques : elles ont la qualité d'une sorte de conte de fée,elles
sont amoureusement belles en couleurs ......
De grandes images. Qu'on ne me reproche pas à moi de tant
les aimer....!


Bernard Plossu. 2008 déjà ! ....




-Depuis plusieurs années, Patrick Mourral rejoint en divers
endroits de l’Europe des communautés - nomades pour la
plupart - dont le mode de vie alternatif diffère d’une façon
spectaculaire de celui qui caractérise nos sociétés. Et il nous
montre aujourd’hui, à travers un ensemble d’images tout à fait
cohérent et convaincant, comment ces groupes hétéroclites
ont choisi de concrétiser leur idéal. Il a donné à ce travail le titre
d’Archipel qui peut s’entendre comme une métaphore :
un univers qui se détache du continent. Les images expriment
non seulement le rapport de proximité qu’il entretient avec
celles et ceux qu’il photographie, mais aussi de la complicité ;
et avec autant de respect que d’attention, il décrit la marginalité
au quotidien, des conditions matérielles liées à un
renoncement au confort d’aujourd’hui, un rythme de vie
différent, la mise en commun des biens et des valeurs, des
échanges humains intenses, le rapport fusionnel des individus
avec la nature et bien d’autres réalités encore. Pas de rituel à
caractère religieux, mais plutôt des moments de sérénité
correspondant à une communion des corps et des esprits. Ces
photographies nous frappent par la sincérité ainsi que
l’honnêteté du témoignage qu’elles portent et pourraient n’être
considérées que pour leur contenu documentaire ; ce n’est pas là
leur seule qualité. Leur forme même, précise et claire, calme
et silencieuse, sans effet ni anecdote, traduit, symbolise la
recherche d’un équilibre, d’une harmonie : le regard très
construit, un sens de la composition et une couleur juste, une
esthétique retenue, sont autant de traits qui font écho à la
délicate quête dans laquelle ces communautés s’engagent.

Gabriel Bauret



-For several years, Patrick Mourral joined in various places in Europe of communities - most of them nomads - whose lifestyles alternative differs dramatically from the one that characterizes our society. And now he shows us, through a set of images quite consistent and convincing, how these diverse groups have chosen to realize their ideal. He gave this title Archipel that may be understood as a metaphor: a world which is separated from the continent. Images express not only the proximity it has with those he photographs, but also of complicity, and with as much respect as attention, it describes marginality in everyday life, material conditions related to a sacrifice the comfort of today, a different pace of life, the sharing of goods and values, intense human interaction, the fusion of people with nature and many other yet. No religious ritual, but rather moments of serenity for a communion of bodies and minds. These pictures strike us by the sincerity and honesty of the witness and that they could be considered as content for their documentary, which is not their only quality. Their shape, precise and clear, calm and silent, but neither story reflects, symbolizes the search for a balance, a harmony, the very next building, a sense of composition and color just an aesthetic restraint , are all traits that echoed the delicate quest in which these communities undertake.

                       Gabriel Bauret


EL ARCHIPIELAGO
UNA EXPOSICION FOTOGRAFICA
PATRICK MOURRAL

“La manera en la que Mourral toma la fotografía conjuga totalmente con su tema:
“Ya estamos en eso! Si, todo eso existe! No es una Utopía” nos cuenta.
Pero además de eso, sus fotografías son mágicas. Tienen casi la calidad de un cuento de hadas, y son amorosamente bellas en colores… Obras mayores.
¡No se me puede acusar por el amor que les tengo…!”
Bernard Plossu, 2008

“Desde hace años, Patrick Mourral encuentra en lugares distintos de Europa, comunidades -nómadas en su mayoría- cuyo modo de vida alternativo varía de forma espectacular de aquel que caracteriza nuestras sociedades. Es a través de un conjunto de imágenes totalmente convincente y coherente, que Mourral nos muestra como estos grupos de jóvenes han decidido concretizar su ideal. Le dio el nombre de Archipiélago a este trabajo, un nombre que puede entenderse como una metáfora: un mundo entero que se despega de un solo continente. Estas obras no solamente expresan la relación de proximidad que Mourral tiene con aquellas y aquellos que él fotografía sino también la complicidad que existe entre ellos. Y así pues, nos describe con delicadeza el margen al cual van y se sitúan sus días y algunas de las condiciones materiales que son consecuentes del abandono hacia la comodidad y el confort de nuestros tiempos. Nos muestra un ritmo de vida totalmente distinto, el establecimiento de los bienes y de los valores en común, los intensos intercambios humanos y el como fusionan el individuo con la naturaleza, además de una cantidad de otras realidades. No hay ningún ritual de orden religioso, pero si momentos de serenidad que corresponden a un equilibrio o comunión entre el cuerpo, el alma y la mente.
Sus fotografías nos impresionan por la sinceridad y la honestidad, el testigo que traen en si y podrían ser consideradas solamente por su contenido etnográfico pero esta no es su única calidad, su forma como tal, precisa y clara, de forma calmada y silenciosa sin efecto ni anécdota, traduce y simboliza la búsqueda de un equilibrio, de una armonía. La mirada construida, el sentido de la composición, una estética reservada y la búsqueda del color, cuantos rasgos que le hacen Eco a la búsqueda, tan delicada a la cual se están comprometiendo estas comunidades.”


Gabriel Bauret



“La afinidad humana que Patrick Mourral nos esta mostrando se sitúa a la vez en nuestro presente y por encima de nuestra sociedad consumista. Fuera de cualquier tipo de urbanidad, dentro de una naturaleza casi soñada ésta vive entre dos mundos, donde existe un espacio para lo posible, situado en un intermedio. Entre nuestros ideales y un mundo económico todopoderoso.
Esto constituye mucho más que un resurgimiento del movimiento hippie. Es su prolongamiento, Hibrido. Se basa en la exhortación de valores humanos que puede englobar la noción “compartir.” Los que viven en el Archipiélago conocen la voluntad compartida de dejar una vida sedentaria por ganar una libertad, olvidada. Y todo esto, en un deseo de originalidad y de espiritualidad.
En un mundo donde hoy no hay sino extremos propuestos por la afirmación de un modelo de sociedad que tiende a masificarse, y mientras el nomadismo tradicional se va diluyendo en la sedentarización, es relevante que contra-campos así como éste salgan a la luz, como tantas aperturas hacia sociedades totalmente nuevas.
Se podría creer en un momento dado que existe una nueva Arcadia, sin embargo estos nuevos habitantes no forman parte de una ficción. Cada día los neo-nómadas tienen que ocuparse de lo que les preocupa a todos, y el dinero, sin llegar a ser un tabú, no es visto como una meta, sino más bien como un modo de asegurarse, cuando la autarquía llega al límite máximo, que no faltara el pan en sus mesas.
Patrick Mourral ha seguido desde hace diez años estos neo-nómadas en sus peregrinaciones y hoy nos puede ofrecer su manifiesto y una invitación para descubrir aquellos otros lugares repletos de belleza. Mourral logra poner en acción con sus fotografías, lo manifestado y la fe infinita en la vida que representan, prefiriendo “más bien prender una vela que insultar a las tinieblas” (Lao-Tseu)”
Anne-Flore Mazet y Frédéric Moisin
Traducido del francés en el Estado Miranda de Venezuela por Manuela Gil Ocanto. Abril 2012